lunes, 28 de enero de 2008

Extraña indignación

Nidia tenía más de un mes sin sacar el brevete y su novio Marcelo estaba al tanto de esto. Ella no le daba importancia a tomar el examen de manejo hoy, mañana o nunca; él pensaba que debía hacerlo cuanto antes. Luego de algunos arreglos en sus trabajos de la universidad, Nidia hizo espacio para empezar el trámite, pero lo dejó a medias. Así pasaron unas cuantas semanas más y Marcelo volvió a insistir en que era necesario que ella terminara el asunto (aunque no sabemos bien por qué tanta insistencia de parte de él).

Un día, como ya se había vuelto usual, surgió el tema y Marcelo inició su sarta de preguntas: “pero ¿cuándo vas a ir?”, “¿hasta cuándo quieres esperar?”, “¿lo vas a dejar pasar?”, etc, etc, etc. Como Nidia no se mostraba decidida a dar el examen muy pronto, él propuso algo: “Mira, qué tal si el sábado vamos al cine y comemos algo rico por ahí, yo te invito. Eso a cambio de que el lunes a primera hora estés dando el examen de manejo”. Para Nidia fue una noticia sorprendente, pues Marcelo no era el más generoso de los enamorados, de modo que aceptó con gusto.

La salida del sábado fue muy buena, pero Nidia no se presentó a dar el examen de manejo al lunes siguiente, debido a motivos que ella no podía cambiar. Ella consideró que no había ningún problema en esta situación porque podría tomar el examen un día después. Pero Marcelo no lo vio así: el muchacho armó el gran escándalo de su vida al enterarse, y acusó a Nidia de no corresponderle al “gesto de amor” de invitarle el cine y la comida del sábado, de ser una desconsiderada, de haberlo “traicionado” y demás crímenes por el estilo.

Nidia se sintió culpable de haberle “fallado” y, al día siguiente, faltando a clases en la universidad y haciendo un viaje larguísimo hasta el circuito donde se rinde el examen, acudió a terminar el trámite. Marcelo pensó que por fin ella había “valorado” todo lo que él había hecho. ¿Era necesario el berrinche? ¿Cómo se explica la ansiedad de Marcelo por el brevete de Nidia? ¿Cuál era el provecho que buscaba sacar?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estaba esperando con ansias la nueva entrega de tu coquetísimo blog, lo juro.

Tal vez este caso, hasta cierto punto, era el más comprensible de todos (disculpa la expresión, pero los anteriores enamorados son caca que denigra el mercado) porque inevitablemente a nosotros se nos sale con ella el papá que tenemos adentro, en su versión exigente, que espera lo mejor de ella y para ella, pues es una de las cosas que también te puede atar a una persona. Es por eso que muchas veces nos viste o verás a algunos ayudando con la tesis a su mujer, o con los cursos, o incluso en algo que puede parecer tan baladí como el gimnasio.

Aquí el el roche es condicionar así las cosas y convertirse en papá traumatizador, autroritario.

Y, por último, si no era tan generoso como otros, ¿qué tanto derecho tenía a pedir? Es como un chico que quiere aprender un curso sin ir a clases.

Quiero desafiar a tu imaginación, ¿cuál crees tú que haya sido el motivo oculto? ¿Marcelo tenía carro?

Amor Serrano dijo...

Querido Raulín,
qué bueno que te guste el blog, gracias por tus comentarios. Sí pues, Marcelo no tenía mucha autoridad para exigir el brevete de Nidia... sobre el motivo oculto, parece que va por el lado de tu última pregunta: Marcelo se movilizaba en combi y aparentemente deseaba con ansias tener chofer particular (y transporte propio del que no aportaría ni un sol para la gasolina).

Anónimo dijo...

jajajajajajaja, visualice a una chica disfrazada de chofer. Sería una fantasía muy chévere sino fuera por...

¡Momento! Por último, ¡el hombre es el que conduce y paga la gasolina (salvo que esté enfermo o borracho)! Que caray, que pareja para "progre".

Rita Vera dijo...

no lo creo, ella no tiene auto es obvio que es de la familia por lo que no va a ponerse de fercho del hombre simplemente porque hay otras personas que lo usan.

asi como las mujeres nos ponemos pesadas vistiendo o mejorando a los novios, no aceptamos que nos hagan esas mismas cosas a nosotras.

Yo no lo hago, y por eso no permito que me presionen, si quiero hago y si no NO.